martes, 21 de octubre de 2008

Querido Brel: tus interpretaciones nunca morirán

Hace tres años descubría con asombro, de manera caprichosa, azarosa tal vez, las letras, la voz y la interpretación de un grande de la canción francesa, aunque el señor al que me refiero era belga: Jacques Brel. En el artículo siguiente se hace referencia a su trayectoria y al costado he dejado videos traducidos al castellano de alguna de sus canciones más emblemáticas.
PARIS (AFP) — Desde Frank Sinatra hasta Nina Simone, pasando por David Bowie, Joan Manuel Serrat, Paco Ibáñez o Loquillo, todos interpretaron canciones del cantautor belga Jacques Brel, de cuya muerte se cumplen 30 años este jueves en medio de una polémica subasta en París.
"Ne me quitte pas", "Amsterdam" o "Ces gens-là" fueron algunas de las canciones de Brel que terminaron convirtiéndose en monumentos de la canción en francés, cuyos textos siguen impactando por su fuerza.
Jacques Brel, fallecido el 9 de octubre de 1978 a los 49 años de edad en las afueras de París, víctima de un cáncer de pulmón, marcó su época y las posteriores.
"Ne me quitte pas" entró también en la leyenda de la canción anglófona bajo el título "If you go away", que interpretaron Frank Sinatra, Nina Simone, Dusty Springfield o Shirley Bassey.
Pero también fue interpretada en escena por artistas españoles como Paco Ibáñez. Hace unos años, el catalán Joan Manuel Serrat cantó "Les vieux" durante un homenaje a Brel en Barcelona, en el que Loquillo puso voz a "Con elegancia", un poema que no tenía música.
Y el británico David Bowie hizo su versión de "Amsterdam".
Fue justamente el manuscrito de esa canción la pieza principal de una polémica subasta celebrada el miércoles en Sotheby's París, donde fue vendido por 110.000 euros (90.000 dólares).
Manuscritos, guitarras, discos, fotografías, afiches y grabaciones formaron parte de los 95 lotes pertenecientes al artista que se vendieron por 1,27 millones de euros contra una estimación inicial de hasta 470.000 euros.
La subasta había sido denunciada por su viuda, Therese, conocida como "Miche", por entender que esos objetos "son un patrimonio".
"Eso no se vende. Es una pena y es un poco vergonzoso", había afirmado Miche a la radio francesa France Info.
Brel murió en la periferia de París un año después de haber vuelto, por consejo de sus médicos, de las Islas Marquesas, en la Polinesia francesa, donde se instaló en 1967 tras poner fin a su carrera.
Pero el misterio que rodeaba su vida en Las Marquesas siguió despertando una gran curiosidad entre sus seguidores. En el otoño (boreal) de 1977, después de 11 años de silencio discográfico, salía a la venta su álbum "Les Marquises".
Nacido el 8 de abril de 1929 en Schaerbeek (Bélgica), Brel, cuyo nombre verdadero era Jacques Romain Georges Brel, se crió en el seno de la burguesía y a los veinte años abandonó la empresa familiar de cartones para probar suerte en los cabarets.
En 1952 debutó en La rose noire y luego grabó su primer disco, aunque sin demasiado éxito.
En 1959 sacó un disco en el que figuran tres clásicos: "Ne me quitte pas", "La valse à mille temps" y "Los Flamandes".
En los años 1960 Brel pasó casi todo su tiempo en el escenario.
Nunca accedió a la tradición de los bises porque lo consideraba demagógico. Aunque una vez, en Moscú, transgredió su propia regla para que el público no se lo tomara como una ofensa.
Dejó los escenarios en 1966.
Apasionado por los barcos y los aviones, Brel también hizo cine y teatro. Fue el 4 de octubre de 1968 cuando subió en Bruselas al escenario para convertirse en Don Quijote en "El hombre de La Mancha", un espectáculo musical que luego llevó a París.
En 1974, los médicos le diagnosticaron un cáncer, del que murió al cabo de cuatro años en Francia, su "nación espiritual". Sus restos descansan en el cementerio de Atuona (Hiva Oa), en el archipiélago de Las Marquesas, no lejos de la tumba de Paul Gauguin.

domingo, 27 de julio de 2008

Alto contraste

Dedicada a optimistas y pesimistas por igual.






Sobre la vida compartida en pareja las opiniones se diversifican, se discuten, se oponen. En esta entrada quiero abrir el juego de los opuestos.




Él no quiere pero no termina de salir de la madeja.


CONTIGO

Yo no quiero un amor civilizado,
con recibos y escena del sofá;
yo no quiero que viajes al pasado
y vuelvas del mercado
con ganas de llorar.
Yo no quiero vecinas con pucheros;
yo no quiero sembrar ni compartir;
yo no quiero catorce de febrero
ni cumpleaños feliz.

Yo no quiero cargar con tus maletas;
yo no quiero que elijas mi champú;
yo no quiero mudarme de planeta,
cortarme la coleta,
brindar a tu salud.
Yo no quiero domingos por la tarde;
yo no quiero columpio en el jardín;
lo que yo quiero, corazón cobarde,
es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.

Yo no quiero juntar para mañana,
no me pidas llegar a fin de mes;
yo no quiero comerme una manzana
dos veces por semana
sin ganas de comer.
Yo no quiero calor de invernadero;
yo no quiero besar tu cicatriz;
yo no quiero París con aguacero
ni Venecia sin ti.

No me esperes a las doce en el juzgado;
no me digas volvamos a empezar;
yo no quiero ni libre ni ocupado,
ni carne ni pecado,
ni orgullo ni piedad.
Yo no quiero saber por qué lo hiciste;
yo no quiero contigo ni sin ti;
lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes,
es que mueras por mí.
Joaquín Sabina




Ella quiere, pero ya no podrá.




YA NO

Ya no será
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.

No llegaré a saber
por qué ni cómo nunca
ni si era de verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.


Ya no soy más que yo
para siempre y tú
ya
no serás para mí
más que tú. Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.

No volverá a tocarte.

Idea Vilariño



Sobre balances vitales, el optimismo puede ser desbordante -exagerado y falaz desde mi punto de vista- o el pesimismo adquirir matices de muerto en vida -también hipérbolico-. Pero el Modernismo, además de plumas y princesas chinas, era capaz de conmover con estos planteos poéticos.





Balance: superávit



EN PAZ

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.

...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas noches de mis penas;
mas no me prometiste tú sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
Amado Nervo


Balance: números rojos

LO FATAL

Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque ésa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
¡Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por

lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos
y no saber adónde vamos, ni de dónde venimos!...

Rubén Darío





miércoles, 16 de julio de 2008

Boquitas pintadas y deshechas


Antología dedicada a Sandro, a Sofía y a Ricardo –que jamás leerá este blog- y fue el bizcochuelo más alto que devoré.

Tu boca... sensual, peligrosa...
[…]
tu aliento... fatal fuego lento
que quema mis ansias
y mi corazón.
Sandro, Penumbras

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Julio Cortázar, Rayuela, Capítulo 7

Boca que arrastra mi boca.
Boca que me has arrastrado:
boca que vienes de lejos
a iluminarme de rayos.

[…]

Beso que rueda en la sombra:
beso que viene rodando
desde el primer cementerio
hasta los últimos astros.

[…]

Hundo en tu boca mi vida,
oigo rumores de espacios,
y el infinito parece
que sobre mí se ha volcado.

Boca, Miguel Hernández


Cuando nos besamos trituramos un ángel.
Su última voluntad será nuestro deseo.
Tiempo habrá para escupir sus vidrios de colores,
su sombrero de plumas,
barajas manoseadas por tahúres y ahora
hay que hacerlo entrar,
ofrecerle licor (que él viene de morirse),
acercarle una silla (que lee en la oscuridad).

[…]


Cuando nos besamos desollamos un ángel,
un condenado a muerte que va a resucitar en
otras bocas.
No tengas lástima por él, sólo hay que hincar el
diente
y triturar al ángel.
Abrir tus piernas blancas y darle sepultura.
Arder, Jorge Boccanera

Hoy estoy besando un beso;
estoy solo con mis labios.
Los pongo
No en tu boca, no ya no.
-¿A dónde se me han escapado?-
Los pongo
en el beso que te di
ayer, en las bocas juntas
del beso que se besaron.
Y dura este beso más
que el silencio, que la luz.
Porque ya no es una carne
ni una boca lo que beso,
que se escapa, que me huye.
No.
Te estoy besando más lejos.
Pedro Salinas, La voz a ti debida

Alto en la cumbre
todo el jardín es luna,
luna de oro.
Más precioso es el roce
de tu boca en la sombra.
Jorge Luis Borges, Tanka, El oro de los tigres



sábado, 21 de junio de 2008

Antología de Ojos y Sexo explícito

Dedicada a todos los voyeaurs y amantes legales y clandestinos.

Esta antología no será única en su especie, probablemente tenga varios volúmenes más...

OJOS

"Pupilas de azul extraño
¿dónde estarán escondidas?
el día que me dejaron, mi bien,
no anunciaron su partida.

Pupilas de cielo breve,
¿dónde andarán?, no me digan.
No ven que alargan mi noche,
no ven que acortan mi vida.

[...]

De tanto vivir en sombras
hasta mi rumbo he perdido".

Sandro, Pupilas de azul extraño, 1969

"Bella como el acertar con un asiento lleno de uno mismo en un tranvía lleno de otros, ojos negros como la pena del que no los ha visto, ¡¿por qué tu andar te aleja de mí, si bastaría detenerlo para que la latitud de nuestra separación cesara de crecer?!"

Macedonio Fernández, La oratoria del hombre confuso

"Todas las casas son ojos
que resplandecen y acechan"

Miguel Hernández, Todas las casas son ojos

"Cuando cierras los ojos
tus párpados son aire.
Me arrebatan:
me voy contigo, adentro.
No se ve nada, no
se oye nada. Me sobran
los ojos [...] en este mundo
tuyo."

Pedro Salinas, La voz a ti debida

"Con los años fueron dejándome
los otros hermosos colores
y ahora sólo me quedan
la vaga luz, la inextricable sombra
y el oro del principio.
Oh ponientes, oh tigres, oh fulgores
del mito y de la épica,
oh de un oro más precioso, tu cabello
que ansían estas manos".

Jorge Luis Borges, El oro de los tigres


De cíclopes





"Espejo de zafiro fue luciente
la playa azul, de la persona mía.
Mireme y lucir vi un sol en mi frente,
cuando en el cielo un ojo se veía".

Luis de Góngora, Polifemo y Galatea

"Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos".

Julio Cortázar, Capítulo 7, Rayuela

SEXO EXPLÍCITO

"Dame tu surco
y dame vida".

Sandro, Trigal, 1970

"Me gusta ese tajo
que ayer conocí".

Luis Alberto Spinetta, Me gusta ese tajo, 1972

"He poblado tu vientre de amor y sementera
he prolongado el eco de sangre a que respondo
y espero sobre el surco como el arado espera:
he llegado hasta el fondo".

Miguel Hernández, Canción del esposo soldado

"Salgo a la calle vestido con mi sangre
celo cada instante hasta la llegada del día
y vuelvo a correr en busca de las fuentes.
Bato mi propio sexo hasta hacerlo una pasta gozosa.
Al atardecer con mis deshilachados labios
regreso a casa y todo está en orden".

Fernando Toledo, Piedra nocturna

lunes, 16 de junio de 2008

Retratos

Dedicada a una de mis literaturas dilectas

AUTORRETRATO ENCONTRADO

Como un gorrión

Es menuda como un soplo
y tiene el pelo marrón
y un aire entre tierno y triste
como un gorrión.

Le gusta andar por las ramas
ir de balcón en balcón
sin que nadie le eche mano
como un gorrión.

Nació libre como el viento,
no tiene amo ni patrón
y se mueve por instinto
como un gorrión.

Nano, 1979

RETRATO DE CERVANTES

"Éste que veis aquí, de rostro aguileño, de cabello castaño, frente lisa y desembarazada, de alegres ojos y de nariz corva, aunque bien proporcionada; las barbas de plata, que no ha veinte años que fueron de oro, los bigotes grandes, la boca pequeña, los dientes ni menudos ni crecidos, porque no tiene sino seis, y ésos mal acondicionados y peor puestos, porque no tienen correspondencia los unos con los otros; el cuerpo entre dos extremos, ni grande, ni pequeño, la color viva, antes blanca que morena; algo cargado de espaldas, y no muy ligero de pies; éste digo que es el rostro del autor de La Galatea y de Don Quijote de la Mancha, y del que hizo el Viaje del Parnaso, a imitación del de César Caporal Perusino, y otras obras que andan por ahí descarriadas y, quizá, sin el nombre de su dueño. Llámase comúnmente Miguel de Cervantes Saavedra. Fue soldado muchos años, y cinco y medio cautivo, donde aprendió a tener paciencia en las adversidades. Perdió en la batalla naval de Lepanto la mano izquierda de un arcabuzazo, herida que, aunque parece fea, él la tiene por hermosa, por haberla cobrado en la más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos, ni esperan ver los venideros, militando debajo de las vencedoras banderas del hijo del rayo de la guerra, Carlo Quinto, de felice memoria."
(Prólogo de las Novelas ejemplares.)
RETRATO DE ANTONIO MACHADO
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.

Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.

Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.

Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.

¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.

Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.

Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.

Y cuando llegue el día del último vïaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.

lunes, 2 de junio de 2008

Antología sobre la muerte

dedicada a Sergio

Piedra negra sobre una piedra blanca

Me moriré en París con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo.
Me moriré en París –Y no me corro-
Tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.

Jueves será, porque hoy, jueves, que proso
estos versos, los húmeros me he puesto
a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,
con todo mi camino, a verme solo.

César Vallejo ha muerto, le pegaban
todos sin que él les haga nada;
le daban duro con un palo y duro

también con una soga; son testigos
los días jueves y los huesos húmeros,
la soledad, la lluvia, los caminos…

César Vallejo

Sin nombre

Nada queda. Nada somos,
Un poco al sol y al aire nos atrasamos
De la irrespirable tiniebla que nos pese
De la húmeda tierra impuesta,
Cadáveres postergados que procrean.

Leyes hechas, estatuas vistas, odas acabadas:
Todo tiene su cueva. Si nosotros, carnes
A las que un íntimo sol de sangre, tenemos
Poniente, ¿por qué no ellas?
Somos cuentos contando cuentos, nada.

Ricardo Reis (Fernando Pessoa)

Lisbon Revisited (fragmento)

No: no quiero nada.
Ya dije que no quiero nada.

¡No me vengan con conclusiones!
La única conclusión es morir.

¡No me traigan estéticas!
¡No me hablen de moral!
¡Sáquenme de aquí la metafísica!
No me propongan sistemas completos,
No me alineen conquistas
De las ciencias (¡de las ciencias, Dios mío, de las ciencias!)
De las ciencias, de las artes, de la civilización moderna.

¿Qué mal hice yo a los dioses todos?

¡Si tienen la verdad, guárdenla!

Álvaro de Campos (Fernando Pessoa)

Soneto

Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes, ya desmoronados,
de la carrera de la edad cansados,
por quien caduca ya su valentía.

Salíme al campo, vi que el sol bebía
los arroyos del yelo desatados,
y del monte quejosos los ganados,
que con sombras hurtó su luz al día.

Entré en mi casa; vi que, amancillada,
de anciana habitación era despojos;
mi báculo, más corvo y menos fuerte;

vencida de la edad sentí mi espada.
Y no hallé cosa en que poner los ojos
Que no fuese recuerdo de la muerte.

Francisco Quevedo

.................
El miedo a nacer se adquiere muy tarde, porque se nace tan al principio que nos falta experiencia para entender qué es esto de nacer. Luego vivimos con miedo a la muerte, pero nuestro miedo sería mucho mayor si descubriéramos que no podemos morir nunca.
…………….

Agonía al nacer, agonía al morir, estrecha entrada a la existencia, estrecha salida de ella. Pero a veces hay una muerte calentita y entrada corta y fácil.

…………….

Vida, todo lo ocultas si puedes pero el Suicida te Juzgó. Pero el Suicida te escapó, se te hizo inalcanzable. Y el Fakir te ignora y te vive: vive sin ti.

…………….
No toda la muerte ocurre o es lo que ocurre al fin del vivir, ni es en ella todo muerte: venía de antes y no ocurre del todo nunca.


De “Todo o nada”, Macedonio Fernández